El destete es una fase más de la lactancia materna y todos los bebés se destetan en algún momento. Bien porque ellos mismos lo quieren dejar o bien porque la madre es la que da el paso para el destete.

Sin embargo, el momento del destete supone una angustia tremenda para muchas madres y esto tiene mucho sentido. Dar el pecho no es sólo ofrecer alimento, supone consuelo para nuestros hijos, calma, amor incondicional. Pero también placer y sensación de bienestar para la madre.

Es por esto, que en la fase del destete hay que gestionar una enorme cantidad de sentimientos encontrados y esto añade más nerviosismo al proceso.

Destetar de forma respetuosa a nuestros hijos es posible

Es conveniente no escuchar los mitos relacionados con el destete y mantener la calma para saber el motivo que nos lleva a querer (o necesitar) destetar a nuestro hijo. Nno es lo mismo un destete parcial cuando la madre debe volver al trabajo (y que permite mantener la lactancia durante las horas en las que la madre está en casa) que un destete total cuando la madre está agobiada y no quiere continuar con la lactancia.

Asimismo, también es importante que la madre tome la decisión de forma genuina y estando segura (no por presiones del entorno). Esto ayuda mucho a mantener el objetivo claro.

Cuando hablamos de bebés pequeños (menores de seis meses) cuyas madres deben incorporarse al trabajo tras la baja maternal

  • Preparar un banco de leche las semanas anteriores a la incorporación para ofrecer esa leche cuando la madre no esté.
  • Ofrecer la leche que la madre se saca en el trabajo el día anterior (aquí no hay banco de reserva, simplemente se usa la que se va extrayendo día a día).
  • Ofrecer al bebé leche artificial si no hay posibilidad de tener leche materna de su madre.
  • Adelantar ligeramente la alimentación complementaria (siempre de acuerdo con lo que diga el pediatra) para ofrecer otros alimentos mientras no está la madre y seguir con el pecho por la tarde y por la noche cuando la madre vuelve del trabajo.

Si la madre no va a poder extraerse leche en el trabajo, las semanas anteriores a la vuelta al trabajo es conveniente ir ajustando la producción de leche del pecho de forma muy progresiva. Se pueden ir eliminando algunas tomas de las horas en las que la madre estará trabajando para que no haya problemas de obstrucciones o mastitis.

Los niños más mayores

Cuando hablamos de niños más mayorcitos, como lo mejor para el bebé y para la madre es que el destete sea lo más progresivo posible, siempre se recomienda “no ofrecer, no negar” para que el niño poco a poco vaya dejando el pecho.

Si la madre tiene más prisa o las circunstancias obligan a que el destete sea más rápido, entonces podemos empezar negociando con ellos algunos límites en la lactancia (sólo en casa, sólo para dormir, sólo un ratito), ofrecer otros alimentos en lugar del pecho o bien negociar un destete progresivo.

En estos casos debemos ser muy pacientes y comprender que el pecho es un elemento de consuelo muy importante por lo que niño puede sentirse más nervioso y demandante. En este momento es más importante que nunca estar en contacto con el niño, ofrecer nuestro amor, cariño y demostrarle que aunque no demos pecho, le seguimos queriendo exactamente igual.

Sea cual sea el destete al que debamos enfrentarnos, siempre es mejor hacerlo con calma, paciencia y empatía con nuestro hijo, poniéndonos en su lugar y siendo muy comprensivas con él.

Pilar Martínez

IBCLC

Maternidad Continuum