l milagro de la leche materna, o el primer gesto de amor de una mamá con su bebé, es una de las experiencias más íntimas e indescriptibles para cualquier mujer. Pero algunos problemas con el pecho como la obstrucción mamaria,  las grietas o la mastitis pueden dificultar a las mamás la experiencia de la lactancia.

La mayoría de las veces estos trastornos ocurren porque el bebé no tiene un buen agarre o las tomas no se realizan con la frecuencia necesaria. Además de recomendarte emplear cremas ricas en lanolina para favorecer la regeneración de la piel y prevenir o reducir problemas como las grietas, hoy nos gustaría facilitarte algunos consejos para reconocer posibles problemas con el pecho y tratarlos de la mejor manera posible.

Grietas

Son pequeños cortes profundos situados casi siempre en el centro del pezón, aunque también pueden producirse en otras partes. Resultan bastante dolorosos. Habitualmente se producen por una succión incorrecta del bebé, ya sea por un mal agarre o porque tenga frenillo.

¿Cómo actuar?

  • Corrige la postura del peque.
  • No es recomendable suspender la lactancia, a pesar de que los cortes sangren. Existe el peligro de provocar una obstrucción mamaria y de disminuir la producción de leche.
  • Se puede extraer la leche hasta que el trastorno pase y dársela al bebé mediante un biberón.
  • También puedes usar pezoneras de forma provisional hasta que curen.

Obstrucción Mamaria

Se trata de un estancamiento de la leche. Puede darse durante toda la lactancia, aunque es más habitual en los primeros días de vida del bebé. Se produce porque los pechos no se vacían con suficiente frecuencia o porque el bebé se agarra de forma incorrecta. Sus síntomas son: hinchazón, piel tensa y brillante, enrojecimiento, dolor y, en ocasiones, fiebre.

¿Cómo actuar?

  • Se deben aplicar paños calientes sobre la zona durante 10-15 minutos antes del inicio de la tetada.
  • También se pueden poner compresas frías entre una toma y otra durante 10 minutos, aproximadamente, para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
  • Es importante colocar al bebé con el mentón hacia el lugar en el que notes la obstrucción, para que le sea más fácil deshacerla.

Mastisis

Es una infección del pecho causada por la penetración de bacterias en el interior de la glándula mamaria, normalmente, a través de grietas en el pezón. También puede producirse por una obstrucción mamaria que no ha sido tratada de forma adecuada, por una bajada momentánea de las defensas, bastante común durante el puerperio, o por el hecho de llevar sujetadores demasiado estrechos.

Este trastorno puede manifestarse con dolor y enrojecimiento de la piel del pecho, además de fiebre, cansancio, náuseas y dolor de cabeza.

¿Cómo actuar?

  • Es importante no suspender la lactancia materna y, en el caso de que un pecho se encuentre inflamado, sacar leche de él puede aliviar. Es fundamental para intentar mejorarlo.
  • Además, se debe masajear la zona dolorida con suaves movimientos en dirección a la areola, para facilitar el vaciado de la leche.

Obstrucción del Conducto

Es una inflamación localizada que impide la salida de la leche por la zona afectada. Se originan por las tetadas poco frecuentes o por una incorrecta extracción de la leche de un solo pecho. Suelen producir hinchazón, tensión y dolor.

¿Cómo actuar?

  • Se deben evitar los sujetadores demasiado estrechos y, en general, todo lo que pueda irritar el pecho, como puntillas, piezas metálicas, etc.
  • Conviene efectuar tomas frecuentes, variando de vez en cuando la posición del bebé.
  • Aplicar compresas calientes o realizar suaves masajes en el pecho antes de la tetada. Así mejora el drenaje de los senos.

¿Has tenido algún problema de pecho que haya dificultado tu lactancia? ¿Cómo lo has solucionado?