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Recomendaciones para extraer y conservar la leche materna sin perder sus beneficios

Si estás amamantando a tu bebé y tu vuelta al trabajo está cerca no debes pensar que ese será el fin de vuestra lactancia. Es hora de aprender a extraer y conservar la leche materna.

Unas semanas antes de la vuelta al trabajo es conveniente ir almacenando leche en el congelador. Para ello te será muy útil un extractor eléctrico. Utilizar el extractor de modo correcto y eficaz lleva su tiempo así que es mejor comenzar sin prisas. Tened en cuenta que en un congelador normal, la leche congelada dura unos tres meses.

Cómo y cuándo hacer la extracción

La extracción se puede hacer varias veces al día, ya que es posible juntar la leche obtenida en la jornada para congelarlo todo en el mismo recipiente. De este modo, se podrá obtener una buena toma.
Es conveniente indicar la fecha de recogida en las bolsas de almacenaje para, así, consumir por orden de almacenamiento.

Si la fecha de incorporación está próxima, infórmate si en tu lugar de trabajo podrás extraerte leche. Si es así deberás llevarte: el extractor de leche, una nevera portátil con, por lo menos, un acumulador de frío (a no ser que en tu trabajo haya frigorífico) y bolsas de almacenaje de leche materna. Más o menos a la misma hora cada día realiza la extracción, y cuando llegues a casa, puedes o bien utilizarlo al día siguiente, o bien congelarla.

En caso de que no sea posible sacarte leche en tu centro de trabajo no te preocupes porque podrás hacerlo en casa, y también podrás amamantar a tu bebé. Cuanto más estimules el pecho, más producción de leche obtendrás.

Consejos de almacenamiento

  • Puedes extraerte leche varias veces al día y juntarla para congelarla en un único recipiente o bolsa.
  • Se aconseja almacenar y/o congelar leche en pequeñas dosis para evitar pérdidas o derrames.
  • Si te sacas leche fuera de casa, puedes transportarla en una nevera portátil  con placas de hielo.
  • Si sobra leche de una toma puedes guardarla en el frigorífico y ofrecérsela 1-2 horas después. Más allá de ese tiempo no se recomienda reutilizarla. El contacto con la saliva del bebé favorece la aparición de gérmenes que aumentan con el paso del tiempo.

A la hora de descongelar la leche, se debe meter en la nevera la noche anterior, que estará a una temperatura rondando los 4º C. Así, se descongelará poco a poco. También podéis hacerlo al baño María. No se recomienda utilizar el microondas pues destruye componentes de la leche, además del riesgo de quemaduras. Una vez descongelada, esa leche deberá ser consumida en las 24 horas siguientes.

La leche extraída se le podrá dar al bebé en biberón, en vasito, en jeringa o incluso con una cucharita.

Publicado el 20 Jun, 2016