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Los accidentes más frecuentes en niños de 0 a 3 años

La seguridad de nuestros hijos será siempre una de las principales preocupaciones y, por tanto, prioridades. Sin embargo, durante los primeros tres años de vida de los niños se debe tener especial cuidado, pues son mucho más vulnerables y propensos a ciertos accidentes.

Se debe tener en cuenta la evolución física y cognitiva de los pequeños a lo largo de esta etapa; ya que los principales peligros a los que se enfrenta un recién nacido poco tienen que ver con lo que vivirá durante los siguientes años. En este sentido, y siguiendo la guía recientemente publicada por la Asociación Española de Pediatría podríamos diferenciar:

Menores de 6 meses

Debido a su poca capacidad de movilidad, percepción y comprensión, los accidentes más frecuentes son las caídas de gran altura, seguidas por las quemaduras.

  • Caídas: las caídas son las lesiones más frecuentes en niños. Es cierto que por lo general no tienen mayor repercusión, pero debemos tratar de prevenirlas. Para ello es conveniente utilizar vallas u otros sistemas de seguridad en escaleras, terrazas o ventanas. También es importante tener cuidado con aquellos muebles a los que puedan trepar y no dejar nunca al niño solo en un lugar alto como la cama, el sofá o el cambiador.
  • Quemaduras: debemos tener cuidado a la hora del baño, midiendo minuciosamente la temperatura del agua. La piel de los más pequeños es más fina y sensible, por lo que no debemos olvidar que lo que para un adulto puede ser una temperatura adecuada puede ser abrasador para un niño. Por descontado, no se debe dejar solo al bebé en el baño, retirando además los eléctricos que pueda haber cerca de la bañera.

De 6 a 12 meses

En esta etapa, el bebé comienza a tener una mayor movilidad. Además, también irá desarrollando sus capacidades de comunicación, empezando a entender las emociones según los tonos de voz y siendo capaz de expresar las suyas.

Los golpes suceden a las caídas de gran altura, aunque estas también siguen presentes junto a los atragantamientos, cada vez más  y las quemaduras. También aumenta el riesgo de intoxicación.

  • Golpes y caídas: Los muebles se convierten en un enemigo íntimo y tanto la cocina como el baño son peligros potenciales. Se deben tomar medidas de seguridad más profundas si es que no han sido tomadas ya.
  • Ahogamientos: Olvídate por un tiempo de tus complementos más monos. Los collares, las pulseras, las cadenas… ahora están prohibidas; también debes mantener a tu pequeño lejos de juguetes con cordeles o de cordones, así como de juguetes pequeños o que se rompan con facilidad. Los botones, las monedas, pequeños frutos, pilas, globos y bolsas pueden dar lugar a situaciones bastante graves.

De 1 a 3 años

En estos dos años el aprendizaje del bebé se consolida en cuanto a autonomía en el movimiento y comunicación. Poco a poco, habrá ido adquiriendo soltura para gatear libremente, trepar, caminar sin problema e incluso correr. Además empieza a responder a su nombre, a comprender órdenes y, finalmente, a hablar utilizando frases simples.

A los anteriores peligros de accidente, se suman otros como la intoxicación, el aplastamiento o la electrocución. También los accidentes de tráfico.

  • Intoxicación: no dejes a la vista productos que tu pequeño pueda beberse, resultando después en una intoxicación; así, lo recomendable es esconderlos en lugares seguros, como armarios o muebles de difícil acceso para ellos. Ten cuidado con el consumo de medicamentos, pues no deben pensar que son algo que pueda tomarse libremente. Por otra parte, también puede ser peligroso encender el gas en habitaciones sin ventilación.
  • Aplastamiento: la libertad de movimientos que adquieren en este tramo de edades puede provocar que escalen sillas y muebles. Si estos no están bien sujetos, corren el riesgo de que se venzan sobre ellos.
  • Electrocución: asegúrate de que los enchufes de tu casa cuentan con un sistema de seguridad suficiente como para proteger a los niños. No permitas que tus pequeños utilicen aparatos eléctricos y aléjalos de cualquier zona en la que puedan caer al agua.
  • Accidentes de tráfico: Como peatones, debemos extremar nuestras precauciones y concienciar a los más pequeños de que esas medidas de seguridad son necesarias. En cuanto a los viajes en coche, es esencial que atendamos y cumplamos la normativa i-Size en su totalidad

Con niños ya se sabe, ¡toda precaución es poca! Esperamos que estos consejos os sirvan de utilidad.

Publicado el 12 Abr, 2017