¿Cuántos tipos de parto existen?

El parto es un momento especial pero también muy temido por muchas mamás, especialmente las primerizas. Es importante tener un plan de parto e informarse muy bien sobre todas las opciones.

Porque, al contrario de lo que puedas pensar, hay muchísimas formas de dar a luz.

Aquí te vamos a resumir cuántos tipos de parto existen y en qué se diferencian los unos de los otros, para que puedas tomar tu decisión con toda la información necesaria.

Parto natural o vaginal

El parto natural (también llamado parto vaginal) es la opción de parto más básica que puedes elegir. Consiste en seguir todas las pautas y ritmos naturales del parto desde el principio hasta el final.

Para este tipo de parto no se utiliza ningún tipo de fármaco, ni siquiera la epidural, por lo que las únicas técnicas que se emplean para reducir el dolor son de relajación y visualización.

Un dato importante a tener en cuenta es que la epidural puede solicitarse en cualquier momento, por lo que, si decides rechazar los fármacos, pero más adelante sientes que necesitas la anestesia, puedes pedirla igualmente.

Parto medicalizado

Este tipo de parto no es muy popular a no ser que se trate de un parto muy arriesgado y con complicaciones médicas graves. En circunstancias así, las decisiones desde la primera hasta la última, las toma el ginecólogo.

El parto medicalizado no respeta los tiempos naturales y suele involucrar una gran cantidad de fármacos e instrumentalización. No se considera un tipo de parto “humanizado”, porque las decisiones las toma el médico y no la madre.

Parto por cesárea

El parto por cesárea consiste en realizar una cirugía abdominal para extraer al bebé del útero. Este tipo de parto puede ser programado, de urgencia o intraparto. Hace unas décadas era muy común realizarlas, pero algunas consecuencias de la cesárea hacen que sólo sean recomendadas en caso absolutamente necesario. Por ejemplo, cuando hay complicaciones que ponen en riesgo a la madre y/o el bebé.

Parto prematuro

El parto prematuro es aquel que tiene lugar más de tres semanas antes de la fecha de parto estimada. Se pueden dividir en partos prematuros moderados, prematuros tardíos o extremos.

Los bebés prematuros tienden a padecer problemas médicos variados, dependiendo del nivel en el que se encuentren.

Este tipo de partos, pueden ser espontáneos, programados (si se predicen complicaciones) o inducidos (si por otras complicaciones médicas resulta necesario inducir el parto antes de tiempo).

Parto postérmino

Es el caso contrario a los bebés prematuros. Es un tipo de parto que tiene lugar pasadas las 42 semanas de embarazo, cuando el bebé sigue cómodo y calentito sin dar ninguna muestra de querer salir.

Suele ser necesario inducir el parto o recurrir a la cesárea, porque pasadas esas 42 semanas la placenta empieza a perder propiedades y si el bebé crece demasiado puede provocar complicaciones al dar a luz.

Parto programado

Hablamos de un parto programado cuando por motivos personales o médicos, se fija una fecha en lugar de esperar a que se produzca de forma espontánea y natural.

Como todos los tipos anteriores, el parto programado tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Aunque pueden ser necesarios para evitar complicaciones graves, suelen ser más largos, con una tasa de cesáreas más elevada y con contracciones más dolorosas.

Parto provocado o inducido

Son aquellos que no se inician de forma natural, es decir, se produce porque lo han inducido factores externos.

Los partos programados siempre son inducidos. La mayoría de los motivos son médicos, pero en ocasiones puede deberse a motivos personales.

Parto en casa

Es la opción por la que optan muchas mujeres. Antiguamente, lo normal era tener siempre el bebé en casa, con la asistencia de un médico y/o una matrona.

Por un lado, los partos en casa garantizan que la mamá se sentirá a gusto y protagonista del parto, porque está en su casa. Por otro lado, no es recomendable si hay razones para sospechar complicaciones.

El parto en casa puede ser por tu cuenta o puedes contar con matronas especializadas.

Parto en el hospital

El parto en el hospital es el más común a día de hoy, aunque cada vez más mujeres optan por el parto en casa, después de pasar por malas experiencias.

La ventaja del parto en el hospital es que, en caso de que haya cualquier complicación inesperada, tienes a tu disposición a todos los profesionales y la atención que puedas necesitar. La desventaja principal es que suelen ser partos menos íntimos y más intervencionistas.

Parto en el agua

Quizá hayas oído hablar sobre ello. Se trata de un tipo de parto que está presente en muchas culturas. Consiste en sumergir el cuerpo en una piscina de agua caliente en el momento activo del parto. Tiene numerosas ventajas, especialmente para los partos naturales, puesto que favorece la relajación, disminuye el dolor y favorece los movimientos de empuje necesarios. Por supuesto, también tiene algunos inconvenientes como que no es posible garantizar la esterilización del medio, que el proceso puede ralentizarse y que no se puede utilizar tecnología para monitorizar el estado del bebé.

Parto vertical o en cuclillas

No es estrictamente un tipo de parto sino una postura, muy frecuente en el parto natural.

En este caso, la futura mamá se pone en cuclillas. Esta posición es más natural que la ginecológica y acelera el proceso del parto, además de ayudarse de la gravedad para que el bebé se mueva hacia abajo.

La principal desventaja es que la posición dificulta mucho que las personas que te asisten, puedan ver lo que está sucediendo.

Parto de gemelos o mellizos o Parto múltiple

Es un tipo de parto complicado, puesto que suelen ser embarazos en los que no conviene llegar a término y por lo tanto suele ser necesario llevar a cabo un parto inducido antes de completar el embarazo.

Parto de urgencia

Estos casos se dan cuando, bien se inicia de forma natural en un momento inesperado o cuando hay que inducir el parto por alguna complicación médica.

En ocasiones, la mamá puede ponerse de parto lejos del lugar en el que tenía planeado vivir ese momento (ya fuera un hospital concreto, su casa u otro lugar). En este caso, lo mejor es llamar cuanto antes a personal sanitario para evitar que el nacimiento tenga lugar sin presencia de profesionales cualificados.

 

Como puedes comprobar hay muchísimos tipos de parto. Algunos de ellos puedes elegirlos y otros están fuera del control humano. En cualquier caso, es tu momento y debes recordar que lo importante es que tanto tú como tu bebé lleguéis al final sanos y felices.

 

Fuentes:

Hay 9 tipos de parto ¿los conoces? – Eres Mamá

Tipos de parto – Quirón Salud

Parto en el agua: todo lo que debes saber – Natalben