Consejos imprescindibles para el cuidado de la piel del bebé

La piel del bebé es tan delicada como única. Tenemos que tener en cuenta que es su primer contacto con el mundo exterior y, por tanto, necesita una atención especial desde el primer día. El cuidado de la piel del bebé abarca múltiples momentos a lo largo del día, como el cambio del pañal, los paseos o incluso el simple gesto de hidratar su carita. Así que si queremos asegurar su bienestar debemos estar atentos a cómo reacciona su piel a los distintos roces y entornos. 

¿Cómo cuidar la piel de un recién nacido? 

La piel del recién nacido es mucho más fina que la de un adulto, lo que la hace más vulnerable a irritaciones, cambios de temperatura y productos inadecuados. En estos primeros meses, el objetivo debe ser mantenerla limpia, hidratada y protegida. 

Consejos  clave en el cuidado de la piel del bebé  

El baño forma una parte importante del cuidado de la piel del recién nacido. Pero no la única. A lo largo de todo el día, habrá momentos en que tengas que prestarle atención. Por ejemplo, en cada cambio de pañal. En este artículo descubrirás los secretos detrás de los cuidados para la piel del bebé en cada momento. 

La hora del baño del bebé 

¿Sabes cuándo bañar al bebé? Alrededor de la rutina del baño hay diferentes mitos, pero también algunas certezas. El agua tiene que estar a una temperatura entre 34º y 37º y la habitación a entre 23º y 25º. Elige cosmética y cremas para bebé que puedas usar desde el primer día de vida y si tienen un alto porcentaje de ingredientes de origen natural, mejor que mejor. Por ejemplo, hazte con el completo Set de Baño Bebé con Cepillo Rosa que incluye todo lo que necesita el peque. 

En el momento del secado, hazlo con cuidado, a toquecitos y sin restregar. Esto es muy importante si tiene la piel atópica, porque en la piel atópica del bebé podrían empeorar las erupciones. A continuación, hidrátale todo el cuerpo, incluyendo la cara. Puedes aprovechar este momento para darle un masaje con nuestro aceite hidratante y disfrutar de un momento juntos. 

En los primeros meses de vida el baño dura muy poco tiempo, ya que unos minutos son suficientes para asearle. En torno a los cuatro meses empezará a moverse más y podrá empezar a disfrutar del agua. Es recomendable prestar siempre mucha atención al bebé dentro de la bañera y no dejarle nunca solo. 

El cambio del pañal 

Se trata de otro de esos momentos en los que prestar especial atención a la piel del bebé. En el cambio de pañal entra en juego el factor irritativo de las heces y la orina, que, combinadas con la delicadeza de la piel del bebé, pueden causar estragos. Por eso se recomienda efectuar ese cambio en cuanto se detecta que el pañal está sucio. ¿A qué hay que prestar atención en ese cambio de pañal? A limpiar bien la zona. Esto incluye los pliegues que se suelen formar en los muslos y el culete y que, a veces, almacenan suciedad, lo que puede derivar en una fea dermatitis del pañal. De forma preventiva, puedes ponerle una crema del pañal que le proteja de complicaciones; si la irritación en la piel del bebé llega, el pack crema pañal bebé será tu aliado. 

El cuidado de la piel del bebé cuando salgáis a pasear 

Recuerda que no se recomienda la exposición solar en los menores de 6 meses, por eso, de paseo con el bebé, lo mejor es que os mantengáis a la sombra. Esta recomendación aplica para todo el año, pero es aún más importante en verano, cuando los rayos solares son más intensos. Por eso debes tener a mano el pack de Crema hidratante facial y Crema solar bebé. 

Cómo es la piel del bebé 

La piel del bebé es inmadura: su barrera cutánea aún no se ha desarrollado completamente y su sistema inmunitario todavía está aprendiendo a defenderse del entorno. Esto se traduce en una mayor sensibilidad a agentes externos y una mayor propensión a la sequedad, las irritaciones y otros pequeños trastornos cutáneos. 

Además, durante las primeras semanas de vida, puede observarse una descamación leve, especialmente en el cuero cabelludo o los tobillos. No hay de qué alarmarse: se trata de una fase natural que se resuelve sola. También puede aparecer un vello muy fino y suave, llamado lanugo, que desaparece por completo al poco tiempo. 

La piel del bebé tiene menos melanina, lo que la hace extremadamente sensible al sol, y sus glándulas sudoríparas no están del todo activas, por lo que en caso de sudoración excesiva puede surgir una erupción llamada sudamina. Esta condición no reviste gravedad y suele resolverse manteniendo al bebé fresco y bien ventilado. 

El poder del contacto en el cuidado de su piel 

Además de proteger la piel del bebé y limpiarla, el cuidado de la piel del recién nacido es una forma de comunicación. El momento del baño, el contacto piel con piel del masaje tras la hidratación o simplemente acariciar su espalda son gestos que refuerzan el vínculo afectivo y aportan seguridad al pequeño. 

Los diferentes tipos de masaje infantil, por ejemplo, no solo hidratan la piel, sino que ayudan a calmar al bebé, favorecen su digestión, mejoran su sueño y estimulan su desarrollo neurológico. Solo necesitas una crema o aceite específico para bebés, tus manos limpias y un ambiente cálido y tranquilo. A partir de ahí, se trata de disfrutar del momento juntos. 

El cuidado de la piel del bebé empieza por la prevención 

Cuidar la piel del bebé no es complicado, pero sí requiere atención diaria y una rutina constante. Lo más importante es apostar por productos suaves, sin perfumes agresivos ni alcohol, adaptados a su edad y tipo de piel. Y recordar que, aunque muchos cambios cutáneos en bebés son normales y pasajeros, siempre es buena idea consultar con un pediatra si hay dudas o si las molestias persisten. 

Con estos cuidados, la piel de tu bebé estará protegida, sana y preparada para seguir descubriendo el mundo desde el primer día. 

Fuentes: 

Cuidado de la piel de los bebés – CinfaSalud 

¿Cómo cuidar la piel del bebé? ¿Qué cuidados especiales requiere?