Es típico describir el embarazo como una etapa llena de cambios físicos y emocionales. Dichos cambios pueden originar molestias o complicaciones que a veces se pueden agravar si no se toman las medidas adecuadas. Una de las complicaciones más habituales es el dolor lumbar o lumbalgia, que afecta casi a la mitad de las mujeres embarazadas.

La lumbalgia puede sobrevenir bien por la aparición de la hormona relaxina que provoca una mayor laxitud muscular y articular durante el embarazo. Pero también puede deberse a los cambios posturales que la mujer va haciendo para poder adaptarse a su nuevo cuerpo y al volumen adquirido.

¿Se puede prevenir la lumbalgia durante el embarazo?

¡Desde luego! Es importante que tengamos en cuenta algunas consideraciones en el cuidado físico durante los 9 meses de gestación. Si nuestro médico habitual lo permite es importante realizar una actividad física regular que fortalezca la musculatura y nos ayude a soportar el peso del bebé y los cambios que se producen en nuestro cuerpo.

Tres actividades que podrán ayudarte a mantenerte en forma y cuidar tu espalda son:

  • Gimnasia acuática o natación.

Todos ellos te ayudarán a aliviar cualquier molestia que pudiera aparecer y tonificarán tu espalda.

¿Cómo seguir con la rutina diaria cuidando mi espalda?

No sólo es importante realizar ejercicio de forma habitual sino adquirir hábitos posturales saludables en nuestro día a día:

  • Si estás de pie se recomienda ir alternando el peso de una pierna a otra. Podemos apoyar la pierna que no sujeta el peso en un alzador o banco.
  • Si estás sentada debes apoyar en el respaldo la espalda correctamente, la pelvis lo más cercana posible al fondo del asiento y con las rodillas flexionadas. No se recomiendan usar cojines o almohadas en la parte lumbar pues aumentaría la curvatura propia de la zona lo que podría ocasionar mayores molestias.
  • Al tumbarte, mejor siempre del lado izquierdo pues favorece el retorno venoso, es decir, una mejor circulación. Puedes utilizar un almohadón entre las piernas para estar más cómoda. Evita ponerte boca arriba y si lo haces por un breve periodo de tiempo siempre con las rodillas flexionadas.
  •  Si debes agacharte, siempre flexionando las rodillas.

Y en caso de dolor o simple molestia, acude a un fisioterapeuta de confianza que pueda ayudarte y aconsejarte cómo resolver el problema y prevenir futuras dolencias de la zona.

¿Has padecido lumbalgia durante el embarazo?, ¿cómo conseguiste aliviar el dolor? ¡Cuéntanos tu experiencia!