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Dudas de madre: ¿cuántos años es mejor que se lleven nuestros hijos?

Por Mamis y Bebés

Las mujeres nos pasamos nuestra juventud sometidas a un rosario de preguntas incómodas. Cuando tienes novio, que cuándo te casas. Cuando te casas, que cuándo tienes hijos. Cuando tienes el primero, que cuándo viene el segundo. ¡No me digáis que no dan ganas de ponerse a gritar! ¡Váyanse ustedes todos… a freír churros! (cambien churros por la palabra que más les guste).

De todas esas, la única que quizás sí que nos hacemos es ¿cuánto deberían llevarse mis hijos? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de que se lleven mucho o poco?

Hermanos que se llevan muy poco

Hay quien cree que lo mejor del mundo mundial es que los hermanos se lleven poco. Esto tiene unas ventajas:

  • Se crían a la vez. Al final haces tabula rasa y para todos café. Los ritmos se igualan y va todo a la par.
  • Es más fácil que exista amistad entre hermanos. Si se llevan poco a veces hasta comparten los grupos de amigos.
  • Llegas antes al momento de mayor independencia de los hijos. O lo que es lo mismo, puedes volver a tu vida anterior (más o menos, tampoco penséis que esto es otra vez irnos de botellón y estas cosas) antes.

Pero claro, ¡ay amigos! Toda ventaja se convierte en una desventaja en un segundo. Se crían a la vez… pero los primeros años podrías parecer con suerte miembro del reparto de The Walking Dead. Tal vez tus hijos sean de los que duermen mucho pero, … tal vez no. Tus hijos pueden ser amigos, pero lo mismo su carácter es incompatible y no se llevan especialmente bien, o discuten mucho… ¡Y tal vez estés deseando que el momento teta-pañal-biberón-papilla-chupete etc se alargue lo máximo posible!

Hermanos que se llevan entre 2 ½ y 4 años

Así a priori es lo que la mayoría busca. Sobre el papel es una buena diferencia porque cuando nace el segundo, el primero ya nos está dando un respiro y podemos volcarnos en el recién nacido; el mayor no nos necesita tanto. Si son del mismo sexo (y a veces también sin serlo) pueden heredar la ropa de sus hermanos. Y a veces esa diferencia de edad puede que no sea insalvable para que se lleven estupendamente.

Pero esto ya sabéis que es sobre el papel. Un niño de 2 años y medio nos sigue necesitando igualmente, a veces te llevas fatal con tus hermanos tengan la edad que tengan (y el mayor siempre pensará que el pequeño es un pequeñajo …) y sobre todo ¡es que posiblemente acabas de tener un respiro! ¡Acababas de volver a dormir por fin, medianamente al menos! Empezar de nuevo cuando estás disfrutando las mieles del descanso, de no tener que comprar pañales… a veces da una pereza muy perezosa.

Hermanos que se llevan muchos años

No es una opción tan común, sobre todo si sólo son dos los hijos que planeas tener. Es más frecuente si hay un tercero, pero a veces pasa. No te has planteado tener un segundo hijo y de repente, te apetece. O simplemente la primera infancia del mayor ha sido muy agotadora. O circunstancias laborales. O la naturaleza dice que no y es que no.

Las madres que tienen un hijo que se lleva muchos años con el anterior cuentan que esto tiene también sus ventajas.

  • El mayor te ayuda. Posiblemente fuera quien te pidiera un hermano incluso.
  • Tienes la ventaja de vivir la maternidad desde una mayor madurez, más adulta y posiblemente de otra manera.
  • Volver a tener en casa un bebé es una alegría.

Pero claro. El hermano mayor a veces descubre cuando ya está su hermano en casa que él sólo estaba estupendamente. Te pilla más mayor, más serena pero también más cansada. Y a las cuatro de la mañana da una alegría tremenda que te despierten en ocasiones…

O sea que…

Va a ser que situaciones perfectas no existen. Existen NUESTRAS situaciones. Y si la vida nos da limones, hagamos limonada. Más vale que nos centremos en las ventajas de lo que tenemos en vez de suspirar por lo que nos hubiese gustado que fuese.

¿Se llevan mucho, poco, una barbaridad? ¿Resulta que tenemos gemelos y con esto no contábamos? ¿La naturaleza nos ha hecho la puñeta y no colabora en nuestro sueño de tener familia numerosa? Luchemos. Y cuando lo que no pueda ser, no pueda ser y además sea imposible disfrutemos a tope de lo que tengamos.

No siempre nuestra vida va a salirnos como queremos. Y a veces resulta que el plan que nos propone la naturaleza resulta que no acaba por estar tan mal… ¡Todo depende de cómo nos lo tomemos!

Publicado el 13 Nov, 2014