Apego evitativo ¿Qué es y cómo evitar que tu peque lo sufra?

Cuando te conviertes en mamá o papá, tu mayor deseo es que tu hijo se sienta seguro, querido y que confíe en ti. Puede suceder que estas necesidades emocionales de tu peque no se cubren de forma consistente, y por ello, puede desarrollarse un patrón de apego menos seguro, como el apego evitativo.

¿Te has preguntado por qué algunos niños parecen distantes o demasiado independientes? Entender este patrón es clave para ofrecer a tu pequeño la seguridad que necesita. En esta guía de Suavinex, exploraremos qué es el apego evitativo, por qué sucede y, lo más importante, cómo puedes crear un apego seguro desde el hogar.

¿Qué es el apego evitativo?

El apego evitativo es uno de los tres tipos de apego inseguro (junto al ambivalente y el desorganizado). Para entenderlo bien, imagina el apego como un diálogo emocional. Cuando el niño llora o necesita algo, le está pidiendo una respuesta al adulto. El apego evitativo aparece cuando, en ese diálogo, el adulto no responde de manera predecible o cálida. El peque, muy inteligentemente, llega a una conclusión: «Si pido ayuda o muestro lo que siento, no me van a responder bien (o no me van a responder directamente)».

Para evitar esa frustración constante, el niño se pone un escudo. Deja de buscar consuelo, se cierra emocionalmente y se dice a sí mismo: «Mejor me las arreglo solo.» A los ojos de los demás, parece un niño muy tranquilo e independiente, pero, en realidad, está suprimiendo una necesidad natural de conexión.

Características del apego evitativo

Si te preguntas si tu hijo podría estar desarrollando este patrón, ¡fíjate en estas características!:

• Es muy independiente: Juega solo sin buscarte, y si te vas de la habitación, ¡ni se inmuta!
• No muestra emoción al veros: Cuando te reencuentras con él (por ejemplo, después de ir a trabajar), en lugar de correr a abrazarte, te ignora o se enfoca en un juguete. Los niños con apego evitativo también evitan el contacto visual y evitan todo lo que pueden el contacto físico.
• Inhibición emocional: Cuando se cae o se golpea, en lugar de llorar y buscarte para que le consueles, se levanta rápidamente y sigue jugando.
•  Es frío y distante: Le cuesta expresar sentimientos de vulnerabilidad (como el miedo o la tristeza) y prefiere usar la rabia o la indiferencia como defensa.

Causas del apego evitativo

El apego no es hereditario, sino que se aprende a través de la interacción, las causas suelen estar relacionadas con la falta de sintonía y la insensibilidad de sus cuidadores:

1. Cuidadores distantes: Que las personas que le cuidan (generalmente los padres) se sientan incómodos o distantes cuando el bebé demanda su atención, es una de las principales causas del apego evitativo.
2. Fomento de la independencia prematura: Algunos padres, con la mejor intención, presionan al niño para que sea independiente antes de que esté listo. Seguro que te suenan algunas frases como «No llores, eres un niño grande» o «Tú puedes hacerlo solo», pues en ocasiones estos comentarios invalidan la emoción de dependencia natural.
3. Inconsistencia emocional: Que las personas que cuidan del peque no son fiables, porque a veces está disponible y otras no, puede llevar al que el niño deje de intentar buscar esa conexión.
4. Invasión de espacios: Si el cuidador no respeta las señales de autonomía del niño (por ejemplo, interrumpiendo un juego sin motivo, o fuerza la interacción cuando el niño está tranquilo), puede provocar que el niño se cierre para proteger su espacio personal.

El apego evitativo en la infancia

En la infancia temprana, el apego evitativo se observa claramente en situaciones de estrés. Por ejemplo, cuando un bebé con apego evitativo deja de llorar tras ser ignorado, no es que se haya calmado. Su sistema nervioso, que estaba activado por la angustia, simplemente se ha desconectado por supervivencia. Ha aprendido que es menos doloroso no pedir nada que ser rechazado y, aunque por fuera parece que está bien, por dentro el estrés sigue latente.

¿Cómo evitar que tu hijo tenga apego evitativo?

¡La buena noticia es que siempre puedes mejorar! El apego seguro se construye poco a poco, con mucha paciencia y amor. De todas formas, en Suavinex te vamos a decir algunas acciones que puedes tener en cuenta y llevar a cabo para que tu bebé crezca con apego seguro.

• Responde con empatía: Cuando tu hijo te pida algo (con un llanto, un gesto o una palabra), responde siempre. No tienes que solucionar el mundo, simplemente dándole el chupete cuando llora, o acompañándolo cuando se asusta, estarás dando con la clave: validar sus emociones.
• Sé su lugar seguro: Anímale a explorar, a jugar (con Sushi, the cat de Suavinex seguro que se lo pasa en grande) y a que descubra por sí mismo, pero asegúrate de que siempre sepa que tú estás ahí. Cuando regrese a ti después de un rato descubriendo el mundo solito, recíbele con todo el cariño que tienes para él.

• Ayúdale a entender sus emociones: Cuando llore, acompáñale en la emoción en lugar de decirle que pare o que «no es para tanto». El contacto físico, como el porteo con portabebés ergonómicos o simplemente un buen achuchón, ayuda a regular su sistema nervioso.
• Respeta su autonomía: A medida que crezca, respeta sus momentos de juego independiente. Si está concentrado, no lo interrumpas sin necesidad. Enséñale que puede confiar en que respetas sus límites y su espacio.

Si después de leer este artículo te quedas con una idea, que sea esta: el apego se crea en lo cotidiano. La lactancia materna, el contacto piel con piel, el masaje, el simple arrullo… Pequeños gestos que, sumados, construyen un hogar emocionalmente seguro.

Fuentes:

Apego evitativo: qué es, ejemplos y cómo trabajarlo – Unobravo

El apego evitativo en los niños: A qué se debe, cómo se manifiesta y qué consecuencias tiene para el desarrollo infantil – Criar con sentido común