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Ictericia en el recién nacido ¿qué es y cómo tratarla?

La llegada de un bebé es un momento de felicidad incomparable, pero a veces los recién estrenados padres tienen la desagradable sorpresa de ver que la piel de su hijo se va tornando amarillenta. ¡No pasa nada!, ¡no os asustéis! Es algo muy frecuente en recién nacidos, se trata de una ictericia fisiológica.

Cuáles son los síntomas de la icteria

Los síntomas se presentan entre el segundo y quinto día de vida del bebé, y son una coloración amarillenta de la piel y de la parte blanca de los ojos (esclerótica). Se produce como consecuencia de un aumento de bilirrubina en sangre. La bilirrubina es el producto resultante de la descomposición normal de los glóbulos rojos. Se procesa en el hígado y el cuerpo se deshace del sobrante en forma de bilis gracias al sistema digestivo. El trastorno aparece cuando la bilirrubina se acumula en la sangre porque el hígado no  es capaz de descomponerla y eliminarla rápidamente.

Es muy habitual que al cabo de unos días vaya desapareciendo por sí solo, aunque algunos bebés tienen mayor dificultad. Los pediatras controlarán los niveles en sangre para mayor seguridad del recién nacido.En la mayoría de los casos es una complicación sin consecuencias, que padecen muchos bebés tras su nacimiento.

Si los niveles no sobrepasan unos valores determinados no necesitará tratamiento. La recomendación en estos casos es exponer al bebé a la luz del día, darle paseos bajo el sol, y en casa intentar que su cuna o capazo esté próximo a una ventana. Con estos sencillos consejos en pocos días recuperará un tono normal de piel.

El tratamiento

En caso de tener niveles elevados el tratamiento es muy sencillo y totalmente inocuo, fototerapia: se expone al bebé, sin ropa, a luz ultravioleta. Se le cubrirán los ojos para que no se dañen. Los rayos de luz aceleran el proceso de eliminación de la bilirrubina.

En un reducido número de bebés, la ictericia es síntoma de alguna otra enfermedad o trastorno: incompatibilidad sanguínea entre la madre y el bebé, alteraciones en el hígado, problemas hepáticos. Los pediatras descartarán cualquier patología, aunque como decimos estos trastornos más severos se dan en un porcentaje mínimo de recién nacidos.

Los bebés prematuros tienen más posibilidades de padecer ictericia, debido a la inmadurez de sus órganos. Si en un bebé a término el hígado a veces no puede descomponer los glóbulos rojos con la rapidez que se le exige, en un bebé prematuro el hígado tiene que hacer un esfuerzo mayor. Descartada cualquier otra enfermedad, al igual que en otros recién nacidos, la terapia es la misma, fototerapia.

Esperamos que esta información os sea de utilidad. Y en vuestro caso, ¿conocíais este trastorno?, ¿lo han padecido vuestros hijos?

Publicado el 23 Ago, 2012

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