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¿Eres una madre feliz?

Por Mamá sin complejos

¿Eres una madre feliz? Si lanzáramos esta pregunta al aire, la respuesta sería un sonoro . Y probablemente iría acompañado de sorpresa en el rostro de las preguntadas, ya que parece que ser madre y ser feliz son dos estados que se supone van unidos.

Pero, ¿es fácil alcanzar la felicidad en la maternidad?

Desde mi punto de vista la felicidad es un estado puntual, no un estado continuo. De hecho muchas veces la frustración llega porque se aspira a ser continuamente feliz y eso es prácticamente imposible. Si tu hijo llora desconsolado por un cólico toda una noche, ¿eres feliz?, me dirás que estás agotada, cansada, preocupada, triste, pero seguramente estos estados no se corresponden con la felicidad. Si tu hijo de dos años está en pleno berrinche en la calle y no puedes hacer nada por mejorar la situación, ¿eres feliz? Complicado, ¿verdad? Y si una mujer duda en esos primeros momentos?, envuelta en ese mar de hormonas, o recién salida de una cesárea, nerviosa porque su pequeño no se agarra al pecho. ¿Esa madre es feliz?

No todo es perfecto pero cuando una mujer se convierte en madre, cuando despierta a la realidad maternal, ese día piensa que será feliz para toda la vida. Una leve sonrisa de nuestro hijo, sus primeros pasos, un “te quiero mamá”, consiguen que nosotras, mujeres y madres, alcancemos un éxtasis inigualable.

El renacimiento de la maternidad

El día que me convertí en madre nací de nuevo, convirtiéndome en una  persona diferente, una mujer que además era madre. Supe que era feliz, absoluta y completamente feliz.

Por otro lado, toda madre ha de buscar y encontrar su sitio. La maternidad nos aporta la mejor y mayor felicidad del mundo, pero encontrar nuestro lugar, aunar lo que éramos antes y somos ahora, es fundamental para completarnos y sentirnos realizadas.

¿Soy feliz? Sí. ¿Soy feliz porque soy madre? Soy feliz porque soy madre y porque la maternidad me ha mostrado un nuevo mundo, donde aprendo cada día. Mi hijo me ha mejorado como persona y como mujer. Ha conseguido que abandone aspectos de mi vida que no me aportaban nada y que incluso me empequeñecían. Mi hijo me ha ayudado a crecer.

Ser mamá no solo es tener un hijo y seguir con la misma vida de antes. Ya que tenemos la oportunidad y el privilegio de concebir una nueva vida, aprovechémoslo.

Ser mujeres y madres

Madres felices, madres convencidas, madres completas, nuestro deber es unirnos y ayudar a todas aquellas mujeres dudosas, madres recientes que no encuentran el camino. No debemos juzgar, solo ayudar. ¿Quién dijo aquello de “la unión hace la fuerza”? Unámonos porque de ese modo haremos de nuestros hijos mejores personas, y esa es la esperanza de nuestro mañana, de su futuro. Madres felices criando hijos felices. No creo que haya mejor legado que ese.

Mi faceta de madre bloguera me ha dado la oportunidad de hacer lo que más me gusta, expresar mis sentimientos, contar mis experiencias, compartir las alegrías de la maternidad. El club de las madres felices me va a permitir acercarme a más mujeres que quieran escucharme, que necesiten saber que hay madres con sus mismas problemáticas, con sus mismas dudas y sus mismos conflictos. Por ese motivo creé mi blog Mamá sin complejos. Porque un día yo fui una madre llena de dudas y leer a otras mujeres muy parecidas a mi me ayudó. Hoy soy yo quien desea ayudar.

Publicado el 10 Mar, 2011

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