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Conclusiones Consultorio Suavinex sobre Depresión Postparto con Mamen Jiménez

Hace unos días celebramos en nuestro muro de Facebook un nuevo Consultorio Suavinex, esta vez quisimos entrar de lleno en el proceso del postparto, en aquellos casos donde no todo sale bien o surgen complicaciones. Queríamos resolver dudas acerca de la posible depresión postparto, el llamado Baby Blues, o los sentimientos negativos que muchas madres experimentan pero que no siempre se atreven a confesar.

Sabíamos que era un Consultorio difícil, precisamente por esa variable: el miedo a confesar. Pero consideramos que era muy necesario para seguir dando información veraz y animar a aquellas mujeres que nos leen y pasan por momentos complicados a dar un paso hacia adelante y pedir ayuda. Nuestro propósito sigue siendo visibilizar la depresión postparto con el fin de prevenir y ayudar al mayor número de mujeres y familias posible.

Contamos para la ocasión con Mamen Jiménez, psicóloga y madre, quien resolvió muchas dudas y nos brindó una información fantástica.

Las conclusiones de la profesional

Os dejamos los aspectos más importantes que se trataron, esperando que os pueda servir aunque no participarais en el consultorio.

¿Cómo distinguir el llamado Baby Blues de una depresión?

La diferencia entre uno y otro se basa en la intensidad, controlabilidad y duración de los síntomas o señales. En el Baby Blues hablamos de tristeza, “bajón”, cambios de humor,… Pero que hasta cierto punto son controlables. Su duración ronda las dos semanas posteriores al parto. Y desaparece sin necesidad de tratamiento alguno.

En el caso de la depresión la mujer no tiene esa sensación de poder remontar y puede aparecer en cualquier punto en los doce primeros meses tras el parto y es de mayor duración (de meses, o incluso años sino se trata).

¿Cuándo acudir al médico?

Desde que nos sentimos mal, cuando nos veamos incapaces de manejar la situación, si nuestro malestar está interfiriendo o si estimamos que pudiera interferir en los cuidados del bebé, sin duda debemos acudir a un profesional.

¿Cómo diferenciarlo de un “cansancio” normal propio de esta etapa?

Hay claves o pistas que nos indican cuándo debemos preocuparnos: la duración del malestar anímico, en el caso del cansancio propio o Baby Blues es de unas dos semanas, mientras que en la depresión es mayor y más intenso ya que interfiere con los cuidados del bebé; el cansancio normal tiende a desaparecer por sí solo mientras que la depresión no, muy al contrario de hecho.

¿Cuáles pueden ser las causas, de cara a una posible prevención?

Se desconocen las causas exactas por lo que no es factible una prevención 100% efectiva. Pero sí sabemos lo que puede ayudar: ajustar nuestras expectativas sobre la maternidad, sobre cómo será nuestra vida en el postparto, planificar la vida con nuestra pareja, el reparto de tareas, no realizar cambios bruscos en nuestras rutinas… pero sobre todo hablar abiertamente de nuestros sentimientos ya desde el embarazo, compartir dudar y miedos.

¿Por qué muchas mujeres se callan y no piden ayuda?

El silencio viene dado por varios factores, por un lado existe un modelo de lo que es la maternidad que a todas nos han vendido, pero por otro al dar a luz nuestras expectativas chocan con la realidad. Por otra parte ese modelo nos lleva a sentir vergüenza, culpa y sentimiento de incompetencia, lo que nos lleva al sentimiento de soledad. Todo ese cocktail hace que muchas mujeres no hablen de ello, con lo que redunda su malestar.

Un embarazo complicado o un parto traumático, ¿puede llevar a una depresión postparto?

Los embarazos y partos complicados en ocasiones llevan a sentimientos de “no amor”, de cierto desapego, pero esto les sucede a muchas mujeres. Cuesta hablar de ello pero es el primer paso para sentirnos mejor, no pasa nada. Intenta explicar a tu pareja (o a tu familia) lo que sientes y tu necesidad de que colabore y participe en todo el proceso.

¿Siempre es necesaria la medicación?

No, no siempre es necesaria. En muchos casos con terapia psicológica se supera. Sin embargo hay ocasiones, siempre a criterio del profesional a cargo, en las que se estima necesaria la mediación. Los psicofármacos actuales son bastante eficaces y tienen cada vez menos efectos secundarios, pero siempre se han de tomar bajo estricta supervisión médica.

¿Cómo ayudar a una mujer en esta situación?

Sería estupendo comenzar con un “en qué puedo ayudarte”, ofrecernos para ayudar en lo que haga falta, especialmente en aquellas tareas que no tienen que ver con el bebé para restar carga a la madre. En algunos casos si nos ofrecemos a cuidar al bebé puede percibirse como un “cree que no soy capaz de cuidar de mi bebé”, y esto hará que se sienta peor.

Escuchar, apoyar y mostrar nuestro cariño libre de juicios. Y llegado el momento incluso sugerir la ayuda profesional, con respeto y sin que sea una encerrona.

¿Qué repercusiones puede tener la depresión postparto en el entorno familiar?

La depresión postparto obviamente tiene repercusión en la familia, aunque sucede a uno de los miembros, es trabajo de todos colaborar para salir de ello. Cuidar de una mujer con depresión postparto no es hacerse cargo de todo, es compartir, es estar emocional y físicamente.

¿Qué variables de riesgo se deben tener en cuenta?

Una de las variables más importantes es la falta de apoyo en el embarazo y en el parto, pero tengamos en cuenta que el hecho de ser una variable de riesgo no significa que automáticamente se desencadene una depresión. Además, no tiene por qué ser una pareja la que brinde este apoyo, todo el entorno de la mujer es importante.
Esperamos que estas conclusiones os ayuden a saber más sobre el proceso del postparto. Y ante cualquier duda no lo olvides, ¡pide ayuda!

Publicado el 06 Jun, 2017