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Los riesgos del verano en bebés

El verano es, en general, una época para disfrutar. Más aún si tienes hijos pequeños, que descubrirán novedades constantemente durante los viajes de vacaciones. Sin duda, ellos las vivirán como nadie, aunque en ocasiones no todo es positivo. Los riesgos existen. A veces ocurren accidentes y lo mejor es que estemos lo más preparados posible para afrontarlos.

A continuación te contamos algunos de los riesgos a las que puede que debas enfrentarte este verano.

Picaduras

Con el buen tiempo no solo las personas salimos más a tomar el sol. El resto de animalitos sobre la faz del planeta también aprovechan para retomar sus actividades. Eso incluye a mosquitos, hormigas, arañas, medusas, avispas, abejas… En fin, todos aquellos seres con la habilidad de picarnos.

En la mayoría de los casos no tendemos de qué preocuparnos y bastará con lavar la zona de la picadura y aplicar algo de frío; pero es importante que sepas algunas cosas:

  • Es frecuente que en las playas, sobre todo en las de agua más cálidas, se den casos de picaduras de medusa. Lo mejor es aprovechar la propia agua del mar para lavar la herida inicialmente; asegurándose, con cuidado de no tocar directamente, de que no quedan restos de los tentáculos. Recuerda no frotar la herida para no extender el veneno de la medusa y aplica frío para reducir la inflamación. Si la playa cuenta con puesto de socorrismo, acude a él.
  • Si la picadura es de abeja, el aguijón se quedará clavado. Debemos quitárselo a nuestro pequeño de forma suave y utilizando unas pinzas.
  • Puede que tu pequeño sea alérgico al animal en particular que le haya picado. Si le cuesta respirar, le aparecen manchas rojas o le pica el cuerpo, debes avisar a los servicios médicos cuanto antes.

El sol, aliado y enemigo

Si pasamos demasiado tiempo al sol sin tomar precauciones puede darnos un golpe de calor. Con los niños hay que tener aún más cuidado. Además de evitar la exposición directa y continuada al sol, es conveniente mantener al bebé siempre bien hidratado. También es importante el uso de crema solar para evitar las quemaduras, aunque no exista esa exposición directa al sol.  Y por supuesto nada de sol durante las horas principales del día.

También debemos tener cuidado con los cortes de digestión. Estos se producen por el contraste de temperatura entre el calor que puede llegar a hacer el sol y el agua fría. Por eso, más allá del mito de las dos horas tras la comida, debemos entrar poco a poco en el agua.

Publicado el 12 Jul, 2017