Glosario

Mi hijo también es 2.0

Una tarde cualquiera en nuestra casa puede ser así: mi hijo y yo recién llegados del parque, preparamos la merienda. Yo me siento un rato a trabajar en mi ordenador, mi niño se viene conmigo al estudio, coge una silla y enciende el portátil. Mientras come su bocadillo, abre un navegador, va a la pestaña de favoritos y elige una de las páginas que tenemos marcadas, una carrera de coches, un juego de puzzles, unas sumas… Y de este modo pasamos los dos un rato.

Viviendo entre pantallas y teclados

A sus casi 5 años conoce y maneja perfectamente las pantallas, navegadores y juegos. Hace ya tiempo que empezó a interesarse por este mundillo de teclados y pantallas. Podemos decir que lo ha mamado, con un papá informático y una mamá bloguera, ¿qué podíamos esperar? Está acostumbrado al ordenador encendido, a vernos a nosotros trabajar o pasar ratos de ocio sentados frente a él. Solo de observar ha aprendido mucho de lo que sabe, para lo demás solo hemos necesitado explicárselo una vez.

Nos llevan ventaja

Pero lo maravilloso de los niños es su capacidad de aprendizaje y sus ganas de experimentar, ahí es donde nos aventajan a nosotros, o al menos a mí. Yo debo saber exactamente dónde debo pinchar, cómo hacer. Él no, él simplemente experimenta y prueba, ensayo y error puro y duro, y de este modo ha conseguido aprender a la velocidad del rayo y le encanta.

Y si además hablamos de pantallas táctiles, es un auténtico crack. El móvil lo maneja mejor que yo, los juegos de sumas y restas, los de colorear, escribir, hacer fotos, todo a golpe de su dedito.

No tengas miedo al mundo digital

Algunas mamás amigas intentan mantener al margen a sus hijos de la vida en la red. La razón: el miedo. Miedo a que en unos años no puedan controlarles, miedo a que no quieran hacer otra cosa, miedo a que la pantalla poco menos les “absorba”.

Como todo, nada es malo en su justa medida. El ordenador, los juegos, la Wii, las consolas, y demás aparatos que amenizan la vida de nuestros hijos (y de los padres), no son malos, siempre que no sustituyan otras actividades propiamente infantiles. Los niños deben salir a la calle, al parque, jugar con sus amigos, pasear en bici, disfrutar de un día soleado en familia… pero también, por qué no, de un divertido juego al ordenador.

Estimula su capacidad lectora, mi hijo ha aprendido a leer muchas cosas en la pantalla solo por saber cómo avanzar en el juego. Estimula su rapidez mental, su inteligencia espacial, incluso la motricidad fina, ¿o no véis cómo manejan el ratón del portátil?

En definitiva, mi hijo también es 2.0 y me encanta que así sea. Es su tiempo, su momento, la vida digital, la vida en la red es su futuro… y el nuestro.

Belén Pardo

Autora del blog Mamá sin Complejos

Publicado el 24 Ene, 2012

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