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CONSEJOS

Tipología de las leches de fórmula

Las leches de fórmula están concebidas para asemejarse a la leche materna todo lo posible. Sin embargo, no pueden transmitir al bebé los anticuerpos que sí le proporciona la lactancia materna. No obstante, el aporte de todos los nutrientes que el pequeño necesita está asegurado.

Las principales características de las leches de fórmula que se comercializan en la actualidad son:

- La mayoría de las fórmulas infantiles derivan de la leche de vaca.

- No obstante, cuando existe una intolerancia a la leche de vaca adaptada, se puede contar con fórmulas especiales para estos casos.

- La leche materna sirve como modelo para la preparación de las leches artificiales. En general, se elaboran a partir de leche de vaca completa o evaporada, azúcar y agua; a esta composición, se le modifica el contenido en proteínas, grasas e hidratos de carbono, con el fin de que difieran lo menos posible de la leche materna.

En función de la edad del niño en la que se introduce la leche de fórmula, éstas se clasifican del siguiente modo:

Fórmulas de inicio.

Satisfacen las necesidades nutritivas del lactante durante los primeros 4-6 meses de vida. En este grupo, se incluyen las fórmulas especiales para los bebés prematuros, así como leches especiales para solucionar problemas concretos (por ejemplo, para los niños nacidos con bajo peso o los que tienen problemas de reflujo).

Fórmulas de continuación.

Se utilizan a partir de los 4-6 meses y forman parte de la alimentación variada del niño a esa edad (cuando se empiezan a introducir alimentos sólidos). Son el paso intermedio entre la leche de inicio y la leche de crecimiento (a partir del año). Su utilización se aconseja hasta el primer año, como mínimo.

Leche de vaca.

El bebé no podrá beberla hasta que cumpla el tercer año de edad, porque no contiene los elementos nutritivos que precisa un niño pequeño y puede provocarle problemas digestivos.