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CONSEJOS

Consejos prácticos para la higiene del bebé

La higiene del bebé no sólo sirve para que el pequeño se sienta limpio y fresco, sino que constituye una oportunidad inmejorable para mimar y querer al pequeño. Veamos unos consejos prácticos:

El cambio de pañal

Para cambiar el pañal y lavar el culito del bebé, se necesitan toallitas húmedas para niños y agua hervida templada, en la que se habrá disuelto una cucharada de bicarbonato. Es conveniente evitar los jabones, dado que podrían irritar la delicada piel del niño.

Si es un niño

Se deben limpiar todos sus plieguecitos y después el prepucio, estirándolo hacia atrás, pero sin forzar. Por último, se limpian el pene y los testículos.

Si es una niña

Limpiar de delante hacia atrás, para evitar el paso a la vagina de posibles gérmenes procedentes de las heces. A continuación, limpiar delicadamente la zona situada entre los labios mayores y los menores, y después el ano y el culito. Secar sin frotar.

Higiene de los ojos

Se necesitan unas gasas empapadas en agua hervida templada o en una solución fisiológica (no es conveniente el uso de la tradicional manzanilla, por ser una posible fuente de bacterias). Para proceder a la limpieza del ojo, se pasa delicadamente la gasa por cada unos de los ojos (es imprescindible usar una gasa diferente para cada ojo), desde el ángulo exterior al interior.

Higiene de las orejas

Se necesitan algodón hidrófilo o bastoncillos. Para limpiar las orejas, se tiende al bebé boca arriba, con la cabeza hacia un lado, ligeramente inclinada hacia atrás. Se pasa el bastoncillo por la oreja del bebé, evitando su introducción en el oído.

Higiene de la nariz

Se necesita un poco de solución salina o agua de mar; no se deben utilizar bastoncillos para limpiar la nariz del bebé. Hay que colocar al niño boca arriba y girarle la cabeza hacia un lado. A continuación, se le aplica el producto en el orificio nasal, se le gira la cabeza hacia el otro lado y se le aplica en el otro orificio. Al cabo de unos 20 segundos, se incorpora al bebé y se procura que expulse las mucosidades.

Higiene de la boca

Se necesitan discos de algodón humedecidos con leche limpiadora específica o toallitas húmedas, gasas esterilizadas y agua hervida templada. Si el recién nacido tiene la boca irritada por la leche o la saliva, se le pasa el algodón por los labios. Para limpiarle la boca, se empapa una gasa en agua hervida templada, se enrolla en el dedo índice y se pasa por la boca del pequeño.