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CONSEJOS

Calostro, el oro más blanco

El calostro es un líquido denso, cremoso y de color amarillento, que el pecho materno produce antes de la subida de la leche, que, generalmente, tiene efecto pasados unos tres días después del parto. Rico desde el punto de vista nutricional, y muy valioso para aumentar las defensas inmunitarias de un niño que acaba de nacer, el calostro es del todo suficiente como primer alimento, en espera de la llegada de la "auténtica leche".

Por tanto, conozcamos cuáles son las características y funciones de este primer alimento:

- Al principio, el calostro tiene un color muy pálido y, después, adquiere un tono amarillento, cada vez más intenso. Sin embargo, con el paso de los días, la leche se aclara, hasta llegar al color blanco, aunque no es del color de la leche de vaca; es más densa, porque es rica en proteínas, y también más transparente, porque es más aceitosa y rica en grasas, para que el desarrollo psicofísico del niño durante el primer año sea el adecuado.

- Una madre puede producir a diario de 7 a 120 mililitros de calostro, puesto que la glándula mamaria segrega calostro independientemente del peso de su niño y de su necesidad nutricional.

- El calostro tiene el mismo sabor que el líquido amniótico, y proporciona al recién nacido, que ya está acostumbrado a probarlo en el período fetal, un sentimiento de seguridad, pues percibe que existe una continuidad entre lo que probaba en la barriga y la nueva vida que le aguarda. He aquí porqué alimentarse pronto con este líquido es, para él, la mejor bienvenida al mundo.

- El calostro proporciona un consistente aporte de inmunoglobulinas A, importantes factores protectores que el organismo no es capaz de producir hasta el tercer mes de vida. Su función es la de proteger las paredes del intestino y el aparato respiratorio de los ataques de los microorganismos dañinos, neutralizando también sus toxinas.