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La episiotomía no siempre es necesaria

Las episiotomías son una de las prácticas más frecuentes durante los partos en España. A pesar de que el protocolo europeo cambió hace años, aquí las tasas siguen disparadas “por precaución”. La realidad es que solo está recomendado en caso de que haya que sacar rápido al bebé por su propia seguridad, si este lo está pasando mal. Sin embargo, el proceso está estandarizado en muchos hospitales; muchas veces justificado bajo el amparo de evitar desgarros graves, prolapsos o laceraciones espontáneas.

La cuestión es que, en realidad, no está probado científicamente que la sistematización de esta práctica contribuya a evitar problemas de suelo pélvico. Lo que sí está claro es que se trata de una de las principales preocupaciones de las madres. La práctica consiste en realizar un corte, justo antes de que salga la cabeza del bebé, que alcance desde la a vulva a la zona perianal. De esta forma se ensancha rápidamente la apertura y se facilita la salida del bebé. Las secuelas son unos puntos de sutura dolorosos y molestos que dejan cicatriz y pueden afectar a la funcionalidad de los músculos profundos.

¿Cuándo es realmente necesaria la episiotomía?

La decisión de llevar a cabo se toma por el médico y la matrona en el mismo momento del parto. Cuando el bebé empiece a asomar y la vagina de la madre comience a dilatar se valorará si se debe acometer esta operación. En términos generales, la decisión se basa en la seguridad del bebé. Pero estos son los casos más frecuentes en los que se debe realizar la incisión:

  • Si el bebé es prematuro o demasiado pequeño
  • Cuando la cabeza o los hombros son muy grandes
  • Si en vez de venir de cabeza, lo hace de pie o de nalgas
  • En caso de que se requiera el uso de instrumentos como el fórceps
  • Si se percibe una desaceleración del latido del bebé

¿Qué hacer para prevenir que sea necesaria?

Aunque hay circunstancias incontrolables que pueden acabar provocando que la episiotomía tenga que llevarse a cabo, hay prácticas que pueden ayudar a evitar el bisturí. Es imprescindible el cuidado del suelo pélvico durante todo el embarazo; especialmente a partir de la semana 35, llevando a cabo masajes perineales.

También hay otros factores médicos a tener en cuenta. Entre ellos encontramos la elección voluntaria de la posición para el parto (evitando la de litotomía), la epidural o la inducción al parto con medicamentos. Estos dos últimos aumentan las probabilidades de necesitar episiotomía.

En cualquier caso, debes saber que la madre está en su derecho de manifestar su preferencia de querer evitarla. Aunque si es realmente necesaria, se deberá llevar a cabo a pesar de ello.

Publicado el 05 Oct, 2017